Todos los días desde hace un tiempo me vengo preguntando porque escalo, la vida de un escalador no es tan fácil, muchas veces te privas de algo tan sencillo como es la flojera, la flojera de una manera de esas sencillitas porque simplemente la gente normal de 28 años se va a dormir alrededor de las 4 am, y aunque uno también lo hace sabe que al día siguiente se tiene que levantar temprano, entonces desde ahí tu vida empieza a cambiar. Adoptas o simplemente crees que esos hábitos al final no son tan malos, porque sabes que bien temprano vas a ver a tus amigos, que, pues si al final de cuentas es lo que cuenta, poder estar con la gente que también se cree loca, no serán los mas adinerados, tampoco los mas guapos o guapas, pero eso que, al final todos quedan tostados y empanizados con polvo, tampoco tienen el carro que puede llegar a los 1000 km/hr en 12 segundos, en todo caso serias astronauta, y si son ellos, exacto los que caminan como si el mundo fuese el mejor lugar para divertirse, ha ! si, eso es porque para nosotros es el mejor lugar, aparte de que te sales de esas ciudades con tantos coches, tanta contaminacion, y hasta tanta gente. Pues escalas donde un pedazo de piedra exista, esa es tu mayor diversión y que genial que lo hagas con las mejores personas del mundo, las que al igual que tu, no les importa como llegues vestido, si llegas en burro o acompañado, quien mas que ellos que te enseñan nuevas palabras, nuevas formas de comunicarte, nuevas canciones y sobre todo que al final de saludarnos vemos al ser humano con el que compartimos nuestra pasión.
Todo empieza ahí en la fusión de personalidades, aunque se escuche cursi, somos unidos por un mismo espacio, los lazos sentimentales se atan con mayor fuerza. Esto no tiene que ver con el egoísmo o el apego a las cosas materiales porque casi siempre le confías la vida a un extraño, aunque deja de ser lo al terminar la escalada, te das cuenta que tienen mas en común que alguien de tu familia y ellos no son de la misma sangre. Los momentos que pasas con ellos, si con tus compañeros de escalada, con la roca, el cielo, hacen cada vez que sientas como eres una cosa pequeña en la naturaleza pero en cada reunión sabes que crece lo que llamamos amor.
Aun no he terminado de comprender porque nos limitamos de todas las facilidades que nos da la vida moderna, una buena cama, un buen techo, la television, el horno de microondas, mas sin embargo preferimos como techo el cielo, la cama siempre es un buen espacio con NO demasiadas piedras y el televisor, ni te acuerdas, entre tantas risas y reflexiones no hay tiempo para pensar en otras cosas. Hemos aceptado vivir tan austera mente que el ofrecer algo tan sencillo como un pedazo de pan te da tanta satisfacción como alegría saber que alguien lleva que ponerle dentro. No es tan difícil entender que en eso esta la felicidad, no importa que tanto lleves, importa que estés ahí compartiendo un buen pedazo de corazón enfrente de una piedra.
Aun recuerdo aquel día que por razones obvias decidí partir y me preguntaron; ¿acaso me vas a cambiar por una piedra, que no siente nada, no te da nada? En esa ocasión mi respuesta fue si, pero ahora me doy cuenta que solo es el inicio, escalar es solo la excusa para compartir mi amor con aquellos que solo pueden ofrecer eso. Y ahora puedo dar una pequeña respuesta a mi pregunta. Porque tan tristemente para muchos y tan felizmente para otras mi forma de vida es Escalar.
Ojala mañana me haga la misma pregunta y me pueda convencer que siempre encontrare una nueva respuesta.