10 Octubre 2006
Ponferrada
Albergue San Nicolás de Flue
Ponferrada a Sarria
108.55 kms
Castillo Templario |
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El día de hoy me encuentro en el estacionamiento
de bicicletas del Albergue de Ponferrada a mi amigo Joan, que realmente no supe
su nombre hasta una hora después de empezar el trayecto. Decidimos ir juntos
por esta aventura por los días que tenemos y porque estos coinciden. Salimos y
lo primero que buscamos es un café donde hacer nuestro desayuno típico del peregrino.
Empezamos muy bien pasando a muchos peregrinos, es una mañana con mucha niebla.
En nuestros pensamientos esta O’Cebreiro el puerto más difícil de todos los que
marca el camino por tener 14 kms de subida intensa, pero por lo pronto vamos
bien llegando a los primeros pueblos que pasamos sin problema. Aunque después de
Villafranca del Bierzo por una cuesta que teníamos que subir se le poncho la
llanta a Joan (bueno a la bici) y se la tuvimos que cambiar con algunos
problemas en 30 minutos quedo resuelto.
Continuamos nuestro camino hasta llegar
a Faba el ultimo pueblo que queda ante la subida a O’Cebreiro. En esta etapa
podemos ver cómo cambia la vegetación a una zona boscosa. Una vez que llegamos
ahí decidimos planear bien la estrategia y esta fue vernos hasta O’Cebreiro
porque yo hacia las subidas más rápido, entonces una vez que descansamos por 30
minutos empezaba el reto.
a Faba el ultimo pueblo que queda ante la subida a O’Cebreiro. En esta etapa
podemos ver cómo cambia la vegetación a una zona boscosa. Una vez que llegamos
ahí decidimos planear bien la estrategia y esta fue vernos hasta O’Cebreiro
porque yo hacia las subidas más rápido, entonces una vez que descansamos por 30
minutos empezaba el reto.
La verdad fue intenso subir esos 14 kms, nunca me he
bajado de la bicicleta lo aclaro, fue una subida continua pensando un montón de
cosas, dando fe de que la mayor fuerza es Dios y que todos los días nos da la
fuerza necesaria para enfrentar los retos. Y como es costumbre una vez más me
da una señal mandando lluvia fría como para decirme, hijo no temas que voy
contigo en esta subida. Ahora me convertí en el motor y el me daba la fuerza y
la energía necesaria para seguir. Los minutos continuaban y los metros y kilómetros avanzaban, había
tramos donde la pendiente se hacía tan dura que tenía que ir Zigzagueando por
la carretera para avanzar, poco a poco llegue a Ponfedrita, donde pregunto y me
dicen que aún me quedan 4 kms de subida y sin perder tiempo nuevamente continuo
con la subida, en realidad son 4 kms intensos y con paciencia al fin logro
llegar a O’Cebreiro.
bajado de la bicicleta lo aclaro, fue una subida continua pensando un montón de
cosas, dando fe de que la mayor fuerza es Dios y que todos los días nos da la
fuerza necesaria para enfrentar los retos. Y como es costumbre una vez más me
da una señal mandando lluvia fría como para decirme, hijo no temas que voy
contigo en esta subida. Ahora me convertí en el motor y el me daba la fuerza y
la energía necesaria para seguir. Los minutos continuaban y los metros y kilómetros avanzaban, había
tramos donde la pendiente se hacía tan dura que tenía que ir Zigzagueando por
la carretera para avanzar, poco a poco llegue a Ponfedrita, donde pregunto y me
dicen que aún me quedan 4 kms de subida y sin perder tiempo nuevamente continuo
con la subida, en realidad son 4 kms intensos y con paciencia al fin logro
llegar a O’Cebreiro.
Festejo yo solo ya que Joan aun está en la cuesta, me da
tiempo para tomar algunas fotografías pero tengo que ir rápido a refugiarme
porque el aire es fuerte y como estoy todo empapado tengo frio. Ahora me siento
como todos aquellos peregrinos que en la mitad del camino les caía la lluvia. Llego
al punto medio y me encuentro con otros ciclistas refugiados en un techo. Están
comiendo un bocado y tomando vino que me comparten, el vino está dentro de un
guacal y tomo a la española separándomelo de la boca. Me voy a un bar y pido un
café para calentarme un poco, al tiempo llega Joan y pedimos unos bocadillos, comemos
empanadas de atún y pulpo que me supo a gloria (no sabía que a partir de este
momento uno de mis platillos favoritos seria el pulpo a la gallega).
tiempo para tomar algunas fotografías pero tengo que ir rápido a refugiarme
porque el aire es fuerte y como estoy todo empapado tengo frio. Ahora me siento
como todos aquellos peregrinos que en la mitad del camino les caía la lluvia. Llego
al punto medio y me encuentro con otros ciclistas refugiados en un techo. Están
comiendo un bocado y tomando vino que me comparten, el vino está dentro de un
guacal y tomo a la española separándomelo de la boca. Me voy a un bar y pido un
café para calentarme un poco, al tiempo llega Joan y pedimos unos bocadillos, comemos
empanadas de atún y pulpo que me supo a gloria (no sabía que a partir de este
momento uno de mis platillos favoritos seria el pulpo a la gallega).
De ahí emprendemos
nuestro descenso que no parecía llegar, después de lidiar un poco con la lluvia
y el viento por fin logramos alcanzar la bajada, que divertida aunque el aire
en pleno descenso te podía detener. Seguimos cuesta abajo pasando por Jume y al
fin después de pasar a otros ciclistas y hacer unas cuantas subidas llegamos a
Sarria. Una vez que nos instalamos en un Albergue muy lujoso por 8 euros, nos
salimos a beber 2 cañitas que son 2 vasos de cerveza, platicando muy a gusto
nos regresamos al albergue y nos disponemos a cenar, ahí conocí a Joan de
Portugal, Xavi de Barcelona, Pablo de Ponferrada, Juan y Ashon.
nuestro descenso que no parecía llegar, después de lidiar un poco con la lluvia
y el viento por fin logramos alcanzar la bajada, que divertida aunque el aire
en pleno descenso te podía detener. Seguimos cuesta abajo pasando por Jume y al
fin después de pasar a otros ciclistas y hacer unas cuantas subidas llegamos a
Sarria. Una vez que nos instalamos en un Albergue muy lujoso por 8 euros, nos
salimos a beber 2 cañitas que son 2 vasos de cerveza, platicando muy a gusto
nos regresamos al albergue y nos disponemos a cenar, ahí conocí a Joan de
Portugal, Xavi de Barcelona, Pablo de Ponferrada, Juan y Ashon.
Fue una cena
muy amena por la plática que teníamos, en verdad son unos estupendos “tíos”.
Ahora me llaman Cesar pero antes me decían Mexicano y todos se sorprendieron
por la fuerza con la que pedaleo, caray que orgulloso me siento y más porque he
conocido a personas increíbles, ya mañana creemos llegar a Santiago y eso sería
genial. Buen día peregrino, mañana vendrán nuevos retos.
muy amena por la plática que teníamos, en verdad son unos estupendos “tíos”.
Ahora me llaman Cesar pero antes me decían Mexicano y todos se sorprendieron
por la fuerza con la que pedaleo, caray que orgulloso me siento y más porque he
conocido a personas increíbles, ya mañana creemos llegar a Santiago y eso sería
genial. Buen día peregrino, mañana vendrán nuevos retos.