Bicigrino dia 2


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Jueves 5 Octubre 2006
Puente la
reina-albergue Padres Reparadores

61 kms
Empiezo el
camino a las 9:00 am, pero antes llego a una panadería, un pan y café con leche
son lo que dará la fuerza para seguir, el camino empieza con unas subidas de
hay "guey", no hay tiempo de pensar en el cansancio, aunque tomo el
camino de la carretera aun así es pesado, muchas cuestas sortear. Después de un
rato de pedaleo llego a Cirauqui, donde está el corredor y puente romano, de
ahí tomo ahora si el camino, continúan las cuestas donde pasas por en medio de
viñedos y un castillo, después el camino es de bajada y llego a Villatuerta un
puente y sigo mi camino, ya había entrado en la desesperación por no avanzar al
ritmo que quería aun así llego a Estella, otra ciudad con sus calles pequeñas
donde me sellan. Saliendo de Estella rápidamente llego a Ayegui, donde conozco
a este ángel de la guarda llamado Emilio, lo recordare con todo mi amor porque
me ayudo a quitar las alforjas y poner todo en mi mochila. Seguimos hasta su
casa y me regalo un par de manzanas y duraznos y una Coca-Cola que ahora estoy
tomando, el me guio hasta la salida a Irache, la cual da a la bodega de Irache,
donde hay una fuente en donde sale vino, la probé en una de esas conchas del
camino que una peregrina francesa me presto. A partir de aquí seguían unas
cuestas increíbles, mis fuerzas iban menguando, el hambre aparecía y el primer
lugar cerca es Villamayor de Monjardin donde encontré un restaurante, aunque
muy lujoso entre con mi atuendo de ciclista, me sirvieron un caldo de pescado
con mejillones y un pescado al horno que con tanta hambre me supo delicioso. Después
de muchos días era mi primer comida decente aunque costo 16.06 Euros bien valió
la pena. De este punto solo tome carretera no me metí al camino para llegar a
los Arcos donde también me sellaron mi pasaporte, de ahí el camino se torna más
inclinado, fue muy duro para mi hacer esta etapa, la fatiga llego, tenía que
bajarme de la bicicleta para seguir, me alcanzaron 2 ciclistas más y me
pasaron. Aun no tenía fuerza para continuar uno de los demonios apareció en
forma de querer dejarlo todo de lado, hoy tenía que llegar a Najera, ya solo me
conformaba con llegar a Logroño. El camino se tornó lejano y muy difícil y de
poco a poco pude avanzar. Mis piernas ya no me respondían y me costaba mucho
estar montado en la bicicleta. Al llegar a Viana el camino cambia, ahora son
bajadas y subidas pero más aceptables, tienes que bajar a gran velocidad y
luego subir un poco, pero agarras mucho vuelo, por fin estaba Logroño más
adelante ya solo quedaban 20 minutos. Un gran alivio sentí cuando pase por el
paso de Felicia, una señora que regalaba higos a los peregrinos, pero falleció
en el 2002, ahora solo está un módulo para sellar. Continúe mi camino y halle
refugio en la Asociación Riojana de Amigos del Camino de Santiago, después de
un buen baño y comer uno de los duraznos en la cocina conocía a un par de
amigos de Nueva Zelanda donde platicamos de todo un poco, estaban haciendo un
arroz que al parecer les iba a quedar muy bien, después me salí a caminar un
poco, conocí Logroño, cene comida pakistaní por 4 euros y regrese antes de que
cerraran el albergue. Al llegar ahí estaban mis amigos Neo Zelandeses y pues
platicamos un poco, un rato después continúe con mi diario. También recordé que
conocí a una chica italiana a la cual le regale una de mis pastillas para el
dolor, que Dios bendiga a aquellos a los cuales he conocido, para terminar cabe
mencionar que escuche un misterio en la iglesia de Logroño.

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